19/4/17

¿Merece la pena comprar placas solares de segunda mano?


¿Merece la pena comprar placas solares de segunda mano?

renovablesverdes.com

A la hora de comprarte un coche, una moto, utensilios de casa, a veces es buena idea tirar de objetos de segunda mano. En este caso nos pasamos al ámbito de las renovables. Vamos a saber si comprar paneles solares fotovoltaicos de segunda mano por un precio más bajo es buena idea o no.

Hay que mencionar que los precios de los paneles solares de segunda mano son suficientemente bajos como para atraer a posibles compradores que buscan ahorrarse algo de dinero sin que se reduzca demasiado la calidad y a eficiencia de los mismos. Como de este tipo de temas existen millones de opiniones, vamos a analizar los pros y los contras de comprar paneles de segunda mano.


Detalles a tener en cuenta

Para comenzar a hablar de los paneles fotovoltaicos de segunda mano, tenemos que saber de dónde provienen. Aunque su calidad sea algo menor, dependiendo del uso y el tiempo de uso que se le ha dado a la placa solar, sabremos si merece la pena o no adquirirlo. En la mayoría de los casos las instalaciones que dejan de producir energía renovable a raíz de un problema o porque dejan de ser rentables venden sus paneles solares para reembolsarse parte de la inversión inicial y las cambian por otras nuevas.

Para muchos inversores, pensar en comprar placas solares de segunda mano para poder ahorrarse algo de dinero sin perder mucha eficiencia puede ser una buena idea, pero se tienen que tener en cuenta una serie de detalles muy importante a la hora de tomar este tipo de decisiones. Lo primero que hay que tener en cuenta es que la eficiencia de la placa solar de segunda mano será inferior al de los nuevos. Esto no es nada nuevo. Todos los objetos de segunda mano pierden eficiencia con el paso del tiempo y el uso. Si adquirimos paneles solares que ya han sido utilizados, dañados, o reparados, éstos producirán menos electricidad, por lo que estaremos perdiendo parte de la inversión que hemos realizado.

Tenemos que tener en cuenta que las placas solares son muy sensibles y frágiles, por lo que si no se manipulan correctamente o están dañadas, disminuirán drásticamente su eficiencia de salida. El problema reside en que es muy difícil ver a simple vista si una o más células de la placa solar están dañadas. Algunos paneles solares que hayan sufrido daños severos sí se pueden ver a simple vista, pero los más usados tendrán una vida útil más corta. Si tienen una vida más corta, tendremos que cambiarlo antes, por lo que la inversión no sería tan rentable.


Las placas solares y la garantía


Otro punto importante a tener en cuenta es que las placas solares de segunda mano no tienen garantía. Esto es, el fabricante no se hace responsable del tiempo que te puede durar funcionando la placa solar. En caso de tener un mal funcionamiento o un funcionamiento menos eficiente del que se debería, el fabricante no interviene.

Sin embargo, cuando se compran placas solares nuevas, normalmente vienen con una garantía del fabricante y que se respalda por la factura de compra. Es por eso que, en caso de avería, el fabricante lo repara, lo sustituye o te da el reembolso. También debemos mencionar que reparar un panel solar que no funciona bien es tan costoso que no merece la pena, sino que es mejor reemplazarlo.

Aunque el panel haya sido comprado de primera mano, para poder hacer uso de la garantía se deben de respetar las pautas descritas en los manuales de instalación de los mismos para que no haya ningún problema. En caso de hacer lo contrario de lo que pone en el manual, la garantía se perderá y el fabricante no se hará responsable. Si adquirimos un panel solar de segunda mano, no podremos saber cómo fueron instaladas en su primer uso y si ello conlleva a que la duración y vida útil de la misma sea mucho menor.

Por último, un aspecto importante a tener en cuenta es que quién es el fabricante del panel solar que vas a comprar. En muchos casos cuando consultas la compra venta de paneles solares en internet, te encuentras con que muchos de ellos han sido manipulados. Las etiquetas que señalan el fabricante del producto no son originales, por lo que nunca vas a saber cuál fue el verdadero fabricante de estos ni conoceremos los datos auténticos.

Como conclusión sacamos que no merece la pena comprar un panel fotovoltaico de segunda mano, puesto que, aunque los precios sean más bajos, la inversión al final no sale rentable.

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