24/8/16

Consiguen romper el record de eficiencia en paneles solares térmicos



Consiguen romper el record de eficiencia en paneles solares térmicos
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La energía solar va a ser una de las principales fuentes de energía renovable durante los próximos años, gracias a que cada vez se aumenta más la eficiencia de las tecnologías basadas en la obtención de energía a partir del Sol. En la actualidad su fabricación también genera una cierta cantidad de residuos en el caso de la fotovoltaica, pero compensa con respecto a la contaminación que se emite al medio ambiente para producir electricidad mediante fuentes de energía contaminantes.

Existen dos tipos de energía solar: la fotovoltaica y la térmica. En la fotovoltaica, células solares de silicio fotosensibles son expuestas al Sol, y transforman la energía solar en eléctrica en forma de corriente continua, que luego es transformada en alterna. En la actualidad, se ha logrado una eficiencia en este tipo de paneles de un 34%.

La energía solar térmica, por otro lado, consiste en reflejar la luz solar de un amplio conjunto de paneles dispuestos de tal manera que concentren toda la luz solar en un único punto. Ese único punto es un receptor que contiene agua, la cual se transforma en vapor y mueve una turbina para generar electricidad.

La energía solar térmica tiene algunas ventajas frente a la fotovoltaica, como que en lugar de almacenar la energía en baterías cuando no hay Sol, la energía térmica se puede almacenar en arena fundida a elevadas temperaturas, con lo que con sólo añadir agua se puede generar el vapor, permitiendo así utilizar energía renovable y evitar utilizar combustibles fósiles de noche.

Hasta ahora, la mayor eficiencia conseguida en este tipo de tecnología era de un 93%. El equipo de científicos australiano que ha desarrollado el nuevo modelo ha conseguido llevar esa eficiencia hasta un 97%. Gracias a ello, el coste de utilizar este sistema es de un 10% menor que el de los sistemas de energía solar térmica actuales.

Para conseguir esta eficiencia, el equipo de científicos ha diseñado un receptor que se asemeja a un sombrero de copa. El plato concentra la luz solar en las tuberías de agua que están en el fondo del receptor, calentando el agua a 500ºC, y convirtiéndola así en vapor. La temperatura más alta se alcanza en el fondo de la cavidad, con lo que en el caso de que se pierda algo de calor, éste irá hacia las tuberías.

Para calibrar el sistema, inicialmente utilizaron la luz de la luna llena, ya que la energía que se consigue concentrar en el receptor equivale a 2.100 soles, y si no se alinea correctamente, acabarían fundiendo los componentes del dispositivo.

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